Convertido en un icono ineludible de la historia del cine gracias a sus interpretaciones en la serie de películas del detective Harry Callahan y los spaghetti western de Sergio Leone, Clint Eastwood ha tenido que luchar para quitarse la simple etiqueta de “tipo duro” para ser considerado como uno de los mejores directores estadounidenses de las últimas décadas y una suerte de cronista cinematográfico de su país de origen. Habiendo conseguido su consagración como cineasta con Sin perdón, el autor norteamericano pasó la década de los noventa encadenando cintas apreciables que sin embargo no superaron o igualaron el éxito de su último western hasta que ya iniciado el siglo XXI estrenó Mystic River. La película protagonizada por Sean Penn, Tim Robbins y Kevin Bacon fue reconocida inmediatamente como una obra maestra de tintes negros que inauguraba una nueva etapa de madurez fílmica para su artífice, que sería confirmada un año después con la multipremiada Million Dollar Baby. La obra que nos ocupa es una historia que reúne gran parte de las inquietudes de su director, como el retrato de la violencia dentro de los núcleos familiares, y que consigue radiografiar el momento en el que se hizo, testimoniando sobre el clima moral de los Estados Unidos posteriores a los atentados del 11 de septiembre.
Carles Gómez Alemany (Valencia, 1993). Graduado en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Valencia y habiendo hecho el Máster de Dirección Cinematográfica en la Escola de Cinema de Barcelona (ECIB), ha participado en varios blogs de crítica especializada como “Crítica Inèdita” del Festival Internacional de Cinema en Català (FIC-CAT) así como en instituciones cinematográficas como el Aula de Cinema de la Univeritat de València, en estrecha colaboración con la revista L’Atalante. Asimismo, no sólo se ha centrado en el cine desde una perspectiva teórica si no que también ha realizado numerosos cortometrajes y ganado varios premios en festivales cinematográficos.