Gladiator, dirigida por Ridley Scott y estrenada el 5 de mayo de 2000, recibió numerosos premios y nominaciones, incluidos cinco Óscar en la 73º edición de la Academia estadounidense entre los que se destaca el de mejor película y mejor actor.
Con el inicio del nuevo milenio la Literatura, el Cómic, el Cine y la Televisión parecen haber redescubierto la Antigüedad Clásica y, más específicamente, el Imperio Romano y los Juegos de Gladiadores. Series de televisión, películas, novelas y cómics se ambientan en la Roma imperial o tienen a gladiadores como protagonistas. Es el efecto Gladiator.
Solo por ello esta película ya supone un hito en la historia reciente del cine, pero aún acumula más méritos, y entre ellos no es el menor haber conseguido que Ridley Scott, antaño director de culto y en aquel momento en horas bajas tras películas como La teniente O’Neill o Tormenta blanca, enderezara su carrera cinematográfica.
Scott, apoyado por los avances tecnológicos y en sus conocimientos de Historia del Arte, y ayudado por su núcleo duro de colaboradores (el editor Pietro Scalia, el director de arte Arthur Max) y por un elenco de actores que aúnan experiencia (Derek Jacobi, Richard Harris, Oliver Reed) y pujanza (Joaquin Phoenix, Russell Crowe en su primera colaboración con este director), no se limita a retomar la tradición del epic, sino que la renueva profundamente con sus aportaciones estéticas y visuales, y con un sabio aprovechamiento de los nuevos colaboradores, en especial John Mathieson (director de fotografía) y Lisa Gerrard (coautora de la música juntamente con Hans Zimmer). Su Roma entronca así tanto con el imaginario tradicional, producto de siglos de recreación pictórica y fílmica, como con sus recreaciones futuristas de Blade Runner.
Una película, además, que ha generado muchísima bibliografía no solo en el ámbito cinematográfico, pues, a la manera de clásicos como Espartaco (S. Kubrick), rápidamente fue leída como una alegoría de los Estados Unidos (y de su imperio) a fines del siglo XX, como sucintamente tratamos en nuestra propuesta de análisis de esta película.
Jesús Masiá Moreno es Licenciado en Filología Clásica por la Universitat de València y actualmente es profesor de Latín y Griego en el IES Federica Montseny de Burjassot. Ha publicado con diversas colaboraciones material didáctico sobre dichas materias, entre los que destacan El asno de oro, Historias de fantasmas y de misterio en la Antigüedad, Helénicas II y Textos griegos para Bachillerato.
En el campo cinematográfico, ha presentado ponencias sobre La caída del Imperio Romano (A. Mann, 1964), O brother (J. Coen, 2000) y Matrix (Hnos Wachowski, 1999) en cursos de formación del profesorado.