El espíritu de la colmena es hoy un film de referencia obligada en la historia del cine español, que supuso una revolucionaria sorpresa en el contexto de los años setenta. El film no se agota en la recreación de la España de la posguerra sino que sus significaciones apuntan a la naturaleza profunda del ser humano en su iniciático enfrentamiento con la «realidad», la «ficción» y la «muerte», a la eterna dialéctica entre lo individual y lo social, y a la esfera de lo mítico-religioso. Esta película de Victor Erice, con un eficaz trabajo en la puesta en escena, consigue impactar al espectador, invitando a reflexionar también sobre la naturaleza del propio cine.