La ópera prima del director Sam Mendes fue una de las mayores sorpresas del año 1999. Con esa particular mirada ácida y descarnada sobre la sociedad estadounidense –el reverso del American Way of Life– consiguió el reconocimiento unánime por parte de la crítica y del público.
American Beauty se convirtió en un fenómeno social en USA gracias a la disección milimétrica planteada del día a día del modo de vida americano, mostrando el comportamiento de una serie de personas atípicas a través de sus miedos, deseos, mentiras o sueños en el entorno de una comunidad donde, prácticamente, todo el mundo debe fingir lo que no es para lograr sobrevivir.
El tono de tragicomedia que envuelve la película nos permite presenciar momentos de cierta ternura junto con otros de auténtica desesperación e incluso violencia por parte de algunos de los protagonistas. El mensaje acerca de la idea de belleza americana del título original del filme es el motor simbólico de la trama, y sirve a Mendes para mostrar esa búsqueda existencial y los caminos que exploran para llegar hasta ella tanto Lester Burnham –principal foco de la acción– como el resto de personajes.
Xavier Jiménez González (Terrassa, 1978). Licenciado en Historia por la Universitat de les Illes Balears y Máster en Bibliotecas y Servicios de Información Digital por la Universidad Carlos III de Madrid. Documentalista y profesor asociado del área de Historia Contemporánea en la Universitat de les Illes Balears, también imparte la asignatura “Historia abreviada del cine” dentro del programa de la Universidad Abierta para Mayores (UOM). Asimismo es miembro del grupo de Estudios de la cultura, la sociedad, la comunicación y el pensamiento contemporáneo (IRIE/UIB), centrado en el campo de las didácticas específicas y con la línea de investigación de “El cine y su aplicación en el aula”.